Sale de Pza. la Poza por el camino Santo Cristo,
pasa al lado de la ermita del mismo nombre restaurada recientemente con la
ayuda del Obispado y la Diputación, detrás de ella aun se pueden ver
restos de las carboneras de carbón
vegetal que allí se hacían, la plaza de aparcamiento y el cementerio nuevo,
siguiendo el camino de Labaniego a San Justo de Cabanillas, deja a la izquierda
está la Fuente la Llama y el Fernandín parajes de castaños y robles.
En el cruce del Retorno sigue el camino del medio
pasa el puente de la cinta, ahora tapada con escombros, por la que se bajaba el
carbón desde la mina la Fontanona hasta el lavadero, antiguamente lo bajaban
con un cable de vaivén desde la mina los Cables hasta el otro lado del rio en
la mina de Lombas,
|
Fotografía: Severino Rey |
Siguiendo por el camino del monte llega al
Sardonalín desde donde se ve la gran escombrera de la mina Balín y el discurrir
entre montañas de la carretera y el rio hasta Noceda y Las Traviesas, deja a la derecha la casa construida de
piedra a la orilla del camino por la empresa Laminero a escasos metros de la
mina el Sardonalin, al lado de dicha casa se alzaba el transformador desde el
salió la primera línea eléctrica que llegó
a Labaniego en el año 1950, con la ayuda de la empresa minera y el
esfuerzo de los vecinos aportando postres y trabajo se consiguió que llegara la
luz al pueblo.
Dejando Prao Sardón y la Fontanona, en el cruce de
la cuesta Prao Salguero a la izquierda por el camino de la Salina, cruza el
camino de la traída de agua del manantial del Carrizal, y llega al puente de la
reguera de San Justo donde sigue a la derecha el camino que va desde los Campos
de Noceda a la Solana.
Hacía la mitad de la cuesta, sigue el camino de la
izquierda por el que se llega a el
Ratón, paraje de tierras y llamas en el límite de la jurisdicción de Labaniego
con la de San Junto de Cabanillas (El Formigueiro).
Aún quedan visibles los devastadores efectos en el
ecosistema circundante que ocasionó el salvaje aprovechamiento industrial para
extraer el carbón a cielo abierto, dejándolo sin restaurar, desértico y con
desniveles a los que da miedo asomarse. En uno de los citados desniveles se
formó un LAGO artificial con agua todo en año, el cual en invierno queda
totalmente helado permitiendo pasear por encima y en la pared se forman largos
carámbanos dejando una estampa invernal digna de ver.
Por el camino de San Justo a Labaniego, sale del
Ratón, aún quedan minas en producción, sigue el camino de los quiñones de San
Justo pasa cerca de otra mina y llega
los Rebollos, aún se conservan altivos y en buen estado dos de los tres robles
centenarios bajo los cuales sesteaban los rebaños de ovejas y cabras.
|
Fotografía: Severino Rey |
Deja los Rebollos por el camino que lleva a la mata
la Bernarda, se desvía a la izquierda por los Gandarines hasta el Valdelvañe
donde se pueden ver dos minas de carbón y las cenizas de la escombrera quemada
hace años, pasa la Cabaña donde existe un campo en el que se juntaba el rebaño
al atardecer, continuando por la parte alta de la Fontanona hasta la mina la
Fontanona y la escombrera, al final de la cual sigue por el camino del agua
hasta las ruinas del cementerio viejo, abandonado desde que se hizo el nuevo en
el Santo Cristo, actualmente los vecino tienen en proyecto restaurar las
paredes y la puerta porque dentro yacen los restos de muchos hijos del pueblo.
En la parte final sigue por encima de los huertos
los Huelmos, en los que se sembraban las patatas tempranas, la Cuscarina donde
se juntaban las veceras del ganado cuando salían del corral , el camino de subida a la iglesia de Santiago, terminando su recorrido en la
plaza del Lagarín o plaza del Concejo, en ella se reunían junto a la piedra
redonda del lagar los vecinos, también hubo un lagar del pueblo en el solar que
ahora ocupa la casa del tío Eduardo, se conserva en la plaza la piedra redonda,
llamada pienso del lagar, que servía para ayudar a subir la viga por el huso o
tuerca de madera.